Consideramos fundamental no sólo evaluar por costos, sino por su finalidad utilitaria (anticorrosión y mantenimiento nulo, dieléctrico, transparente a ondas electromagnéticas, bajo peso).
Por ejemplo, en una planta de hipoclorito de sodio donde por el ambiente corrosivo que tenían la estructura que estaba instalada hacia 4 años ya se encontraba completamente deteriorada, por lo que se realizó el cambio a material compuesto. Actualmente lleva instalada 17 años y se encuentra en perfecto estado (por lo que si se hubiese continuado con el mismo material ya se hubiese tenido que cambiar 4 veces). Lo mismo con bandejas portacables en minería, entre otros casos.